sábado, 2 de agosto de 2014

3/08/14

Estas últimas semanas no paré de pensar. Sobre todo, sobre nada. Principalmente, sobre mí.
A veces me pregunto quién soy, qué es lo que en realidad quiero, qué es lo que necesito en mi vida, qué me hace bien y qué me hace mal.
¿La conclusión que saqué de tanto pensar y pensar?
No tengo idea de nada.
Y cuando digo nada, es absolutamente nada, lo cual es muy frustrante.
Siento que haga lo que haga no logro encontrar mi camino, y se que todos dicen que cada uno tiene su ritmo y bla bla pero no se, a mi me hace sentir poca cosa.
Todos me preguntan: ¿cómo te ves a futuro? A lo cual siempre contesto: no me veo.
De chiquita tampoco sabía bien lo que quería ser de grande, pero estaba segura de algo: quería casarme por amor y tener hijos, formar una familia. Ahora, supongo que pasó el tiempo, crecí y otras cosas pasaron en el medio y ni siquiera se si algún día vaya a querer casarme o tener hijos.
No me malentiendan, no es que no quiero, sino que no se si logre enamorarme y que me correspondan todo al mismo tiempo, y tampoco se si algún día vaya a lograr confiar en alguien lo suficiente para arriesgarme a tanto. En el fondo quiero que me pase, pero no se, siento que no estoy destinada a eso.
Ya se suena patético, "destinada" ni si quiera yo puedo creer que haya usado esa palabra, pero representa la idea...
Con las chicas sigue todo raro, todavía no me acostumbro y siento que cada vez están más lejos.
Sé que tengo que hacer cambios en mi vida, pero no se por donde empezar.
Y está ese pequeño gran tema del cual tengo (desesperadamente TENGO) que olvidarme. Pero no puedo y me da bronca porque me doy cuenta de cuán débil soy. Siento que nadie nunca me pudo tanto, nadie me puede tanto como él...
Supongo que tengo que ir paso a paso, día a día...
Pero cada minuto que pasa siento que me pierdo un poco más.

Alelí

No hay comentarios:

Publicar un comentario